Hablamos del futuro cercano. Dos nuevas patentes publicadas hace unos días por la Oficina de registro de patentes de Estados Unidos pertenecen a Apple, y han sido desarrolladas por diversos investigadores. Describen la forma en que un MacBook o similar (entiéndase MacBook Air o Pro) utilizaría pilas de combustible como fuente de energía.
A medida que pedimos mayor potencia a los dispositivos móviles y portátiles nos encontramos siempre con la misma problemática, las baterías utilizadas actualmente en la electrónica de consumo están muy limitadas. Apple ha podido solventar este asunto mediante un buen diseño de la distribución de los componentes en un MacBook Air o un iPad por ejemplo, donde prácticamente toda la superficie del aparato está ocupada internamente por las baterías. Obviamente este no es el mejor tratamiento para este obstáculo, lo mejor es desarrollar tecnologías diferentes a las celdas de Ion-Litio actuales.
No se trata de un concepto nuevo, por tiempo los científicos han estado trabajando sobre la pilas de combustible principalmente hidrógeno, como fuente de energía limpia, no contaminante, y de gran eficacia. Apple ahora lo que hace es describir cómo se implantaría esta idea en un portátil o laptop. Las dos patentes presentadas este mes describen una celda de hidrógeno (o combustible similar) capaz de generar la energía eléctrica que un dispositivo portátil como un MacBook necesita.
Como se ve en una de las representaciones gráficas incluidas en la patente, el sistema propuesto introduce algunas innovaciones interesantes. Por un lado explica los diferentes elementos requeridos para su funcionamiento, como una pieza que transforme la energía provista por la célula de combustible en energía eléctrica o un controlador que gestione el proceso. Sin embargo, quizás lo más llamativo sea que se ha intentado reducir el peso y tamaño de estos sistemas de una manera ingeniosa, colocando la célula de combustible fuera del aparato electrónico, como un cartucho acoplado. Este cartucho sería capaz de entregar la energía producida al tiempo que recibe la potencia necesaria para operar del propio aparato. De este modo se eliminan las baterías pesadas grandes que estas célculas suelen llevar consigo.
La patente menciona que el uso de esta tecnología permitiría a un dispositivo portátil como un MacBook funcionar sin problema por días o hasta semanas, unos tiempos muy superiores a los actuales. Recordemos que estas investigaciones deben de relacionarse también con el metal líquido o Liquidmetal del que Apple posee unos derechos de utilización para el mercado de consumo. El metal líquido puede ser el contenedor perfecto para estas células de combustible gracias a sus propiedades anticorrosivas y aislantes. Parece que en el futuro nos vamos a acordar de recargar nuestros Macs muy de vez en cuando.