Impuestazo tecnológico, “un triste y pobre proyecto”

c_prince_120509_gal1El Presidente de la consultora Prince & Cooke, Alejandro Prince, comparte su punto de vista sobre el impuestazo tecnológico luego de que el proyecto sea aprobado el pasado miércoles en la Cámara de Diputados.

El proyecto de ley de la Ministra Giorgi, bien llamado por algunos “el impuestazo tecnológico“… demuestra improvisación, falta de conocimientos, de diagnóstico y estudios serios sobre el sector, la industria y el mercado TIC.

Aclaremos que el proyecto propone incrementar los impuestos internos y el IVA, a una serie de productos, algunos de ellos “electrónicos” y en particular a equipos portables de computación (aunque en la media sanción de diputados este producto fue retirado de la lista) y a los celulares.

Un primer y relevante efecto negativo es sobre la inclusión digital de personas y organizaciones. Dado que la movilidad y la convergencia de dispositivos se han convertido en el mayor elemento de la reducción de la brecha digital, castigar a estos productos es aumentar la brecha en vez de reducirla.

Esto se contradice con las políticas seguidas por los últimos tres ministros de educación de este gobierno y el inmediato anterior, que han ordenado la compra de equipos portables para escuelas. También desluce totalmente la Agenda Digital firmada por la Pte en la Casa Rosada a fines del año pasado, que había sido un ejemplo de trabajo colaborativo y abierto con expertos, universidades, cámaras y ong´s del sector TIC.

Un segundo tema a analizar, es el muy probable efecto contrario en la recaudación, fruto de la reducción en las ventas que el aumento de precio final (estimado entre 30 y 40%) producirá sobre los usuarios. Elasticidad mediante, en un año duro, las ventas podrían caer en una mayor proporción que este aumento de precios, con lo cual la recaudación de IVA e impuestos internos podría ser menor que la actual en términos absolutos. Y de modo derivado, podría ser menor también la recaudación de ingresos brutos y ganancias producidas por el sector.

Este tipo de medidas ha demostrado históricamente que sólo favorece inmediatamente al aumento de la informalidad en la importación y/o comercialización de estos bienes, es decir mayor evasión, subfacturación, contrabando, y otras prácticas. Es decir, de nuevo menos recaudación.

El triste y pobre proyecto da un trato desigual según la zona de producción. ¿Se quiere fomentar el desarrollo de Tierra del Fuego? Espléndido, por la razón que sea, pero no a costa de castigar a todos los consumidores del país y a la existente fabricación de estos equipos que ya se realiza en el continente. Un 70 – 80 % de los PC (desktop y portables) que se venden por año en Argentina, se ensamblan o arman, con cierto grado de integración en el país. Clones y marcas, como las marcas de varias cadenas conocidas entre otros. Esto se hace sin ninguna “promoción”. Desde hace años, y con una adecuada calidad. ¿Ahora deberían mudarse al sur? Si se quiere desarrollar o mejorar una industria local TIC, objetivo loable, debe analizarse, discutirse, debatirse con los actores y expertos, una verdadera política industrial, no un parche del tipo manotazo improvisado.

Algunos fundamentos del proyecto mueven a risa, o a las lágrimas. ¿Suntuarios los celulares? Según Prince & Cooke son más de 35 millones las líneas activas, según el gobierno son 46 millones! ¿Suntuario? ¿Y las portables?, que ya son más de un tercio de las ventas totales de PC, y van a ser más de la mitad en uno o dos años? ¿Suntuarias?

Suntuario es tener proyectos de ley como este. Un lujo que no podemos darnos los argentinos.

Hablar de reducción del consumo energético es otra falacia respecto de estos productos. Una breve consulta a un estudiante de colegio industrial (esos que pretendemos y debemos reactivar) habría explicado a los redactores, en volt o amperes o en castellano, el ínfimo consumo de estos bienes.

¿Dije “bienes”? Me olvidé que el proyecto los equipara con “males”, como el tabaco o el alcohol, porque normalmente por eso aplican los impuestos internos, ¿no? ¿Será que realmente se trata de desalentar el “consumo” de los bienes, dispositivos más capilares de la Era del Conocimiento?

Absurdo, retrógrado. Impensado. No debería yo tener que explicar esto, sino que republicanamente, los funcionarios promotores y los diputados firmantes, me deberían explicar a mí, y a la sociedad, las razones de este proyecto. Los fundamentos y fines enunciados en el texto no sólo son ridículos, sino que como expresé serán inefectivos, e incluso negativos. Mal de muchos consuelo de tontos.

Los bienes del conocimiento, como la leche, son de primera necesidad para el desarrollo humano, a corto y a largo plazo. Acá (en Buenos Aires), en Tierra del Fuego o en la China.

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