Los exoesqueletos son elementos vistos a menudo en el mundo de la ciencia ficción. Uno de ellos puede convertir a un humano en un superhumano básicamente, mejorando muchas de las capacidades físicas e incluso integrando algunas nuevas (como el vuelo de Iron Man por ejemplo). Los exoesqueletos, además de ayudar a proteger el cuerpo, también permiten que el usuario pueda mover cosas más pesadas y desplazarse más rápido, ¿y quienes trabajan en tareas de rescate que implican fuerza, velocidad y buenas condiciones físicas en general? Los bomberos por supuesto, además de otros tipos de socorristas.
Sabemos que la DARPA está construyendo exoesqueletos para los soldados, mientras tanto la NASA está probando algunos para los astronautas y en la Universidad Monash (en Australia) se ha diseñado un exoesqueleto conceptual para ser usado por los bomberos durante sus labores.
Combatir las llamas no es cosa fácil: los bomberos deben contar con equipamientos de toda clase que puedan llevar consigo, como tanques de oxígeno, extintores de mano, ropa resistente a las llamas, mascarillas, ciertas herramientas y demás. Con todo eso encima ellos deben meterse en edificios, correr, subir y bajar escaleras para ayudar a la gente que ha quedado atrapada dentro, y llevar mucho equipamiento exige un mayor esfuerzo y les hace más lentos obviamente. Es en esta clase de situaciones cuando un exoesqueleto se vuelve ideal: contar con más fuerza y velocidad permitirá que se puedan salvar más vidas, y subir y bajar 20 pisos de escaleras se volverá mucho más sencillo sin lugar a dudas. En caso de que el bombero tenga que quitárselo, bastará con presionar un botón para poder hacerlo.