Ordenadores sin disco duro

hdd.jpegSon la última moda. Más ligeros y más resistentes a los golpes, gracias a que guardan los datos en una pastilla interna con memoria de estado sólido

Son los más ligeros y portátiles del mercado. Los ordenadores perfectos para el profesional que tiene que cargar el equipo a todas partes. Unos portátiles que renuncian al clásico disco duro para aumentar su resistencia a los golpes y al movimiento. La pregunta inmediata que surge es: si no tienen disco duro ¿dónde se guardan los archivos? Muy fácil. Los datos y los programas se almacenan en una pequeña pastilla interna que lleva memoria de estado sólido. Una memoria que es mucho más estable al movimiento que el clásico disco duro. Este tipo de memoria empezó a usarse en forma de tarjeta, a mediados de la década de los 90, para guardar las fotos de las cámaras digitales o de los teléfonos móviles avanzados.

Los discos duros que llevan los ordenadores, en cambio, se usan desde el principio de la informática personal (en los primeros años 80). Por eso se trata de inventos mucho más arcaicos. De hecho, guardan nuestros documentos en unos platos magnéticos internos que giran a mucha velocidad. Luego, unos cabezales se colocan casi tocando estos platos para reproducir y grabar los archivos. Los entresijos del clásico disco duro recuerda, en parte, el aspecto de los antiguos tocadiscos de música.

Al final el disco duro de toda la vida, que está presente en casi todos los ordenadores es un invento lleno de partes móviles que se pueden desajustar con los movimientos bruscos. En cambio, las memorias de estado sólido son pastillas compactas y, por lo tanto no se estropean tan fácilmente por el ajetreo del profesional que se pasa el día llevando el ordenador de acá para allá.

Pero, además de la estabilidad frente al movimiento, los discos con memoria de estado sólido tienen más ventajas. Según Rafael Alonso, director de portátiles profesionales en HP ‘este tipo de memoria ofrece más rendimiento y más velocidad. Aumenta la fiabilidad del equipo y su resistencia a golpes. Y, además, consumen menos energía. Así, ganamos en tiempo de funcionamiento, es decir, la batería dura más. Por otra parte las unidades con memoria de estado sólido son más rápidas que los discos duros tradicionales, producen menos calor y hacen menos ruido’. A todo esto se podría sumar que estas nuevas pastillas de almacenamiento pesan menos y son más pequeñas que los discos de toda la vida.

Sin embargo, no son todo ventajas en la memoria sólida o memoria flash. Y el primer inconveniente que encontramos es el precio. Hoy, la memoria de estado sólido es muchísimo más cara que la que ofrecen los discos duros de toda la vida. Al repasar el precio de los únicos portátiles con memoria sólida del mercado, se comprueba que son bastante más caros que los ordenadores portátiles convencionales. Además, como esta memoria es más cara, llevan unidades de poca capacidad (32 ó 64 GB de memoria). En cambio, los portátiles con disco duro convencional suelen llevar 160 GB o, algunos, incluso, 200 GB.

Otro defecto de estos discos silenciosos es que duran menos. Tienen un tiempo de vida más limitado. En los modelos convencionales se puede leer, grabar y borrar datos entre 100.000 y 300.000 veces. Últimamente han salido unos discos de alta duración que aguantan entre uno y cinco millones de veces. En cambio los discos duros de toda la vida pueden funcionar sin problemas más de 10 años.

En cuanto a la recuperación de los archivos cuando se produce un error, la memoria de estado sólido también es más crítica. Y es que, después de un fallo mecánico, los datos se suelen perder. Con los discos duros tradicionales, en cambio, siempre hay más esperanzas de recuperar los datos.

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